Templado

Acero revenido a distintas temperaturas. Los distintos colores indican la temperatura que ha alcanzado el acero. Los tonos pálidos indican 204 °C y las tonalidades azules 337 °C.[1][2]

En la ciencia de los materiales, el templado es un tratamiento térmico consistente en el enfriamiento rápido de una pieza de trabajo en agua, aceite, polímero, aire u otros fluidos para obtener determinadas propiedades del material. Es un tipo de tratamiento térmico que impide que se produzcan procesos no deseados a baja temperatura, como las transformaciones de fase. Esto se consigue reduciendo el intervalo de tiempo durante el cual estas reacciones no deseadas son termodinámicamente favorables y cinéticamente accesibles; por ejemplo, el enfriamiento puede reducir el tamaño del grano de cristal de los materiales metálicos y plásticos, aumentando su dureza.

El templado se emplea para incrementar la dureza de las aleaciones de hierro. Es también una técnica para aumentar la dureza del vidrio.

El temple es un paso en el tratamiento térmico de los metales. La pieza de trabajo metálica se calienta y luego se enfría repentinamente. Según el metal y la aleación, el efecto del enfriamiento varía.

  • Acero: Al templar el acero, se puede formar una cierta estructura cristalina (martensita), que hace que el acero sea duro pero también quebradizo. Los parámetros del proceso, como la temperatura, el medio de enfriamiento y la duración del tratamiento, difieren según la composición del acero.
  • Metales no ferrosos: Las aleaciones no ferrosas (particularmente las aleaciones de aluminio tratables térmicamente), por otro lado, se vuelven más blandas y más maleables a través del recocido por enfriamiento rápido (más precisamente: recocido de homogeneización). Incluso el cobre, cuando se ha vuelto duro y quebradizo debido al trabajo en frío, puede endurecerse y volverse libre de incrustaciones mediante un recocido de recuperación (recocido de recristalización) seguido de un enfriamiento rápido.

Para los metales, el templado se realiza generalmente después de endurecer para aumentar la dureza, y se realiza calentando el metal a una temperatura mucho más baja que la utilizada para el endurecimiento. La temperatura exacta determina que dureza se alcanza, y depende tanto de la composición específica de la aleación como de las propiedades deseadas en el producto terminado. Por ejemplo, las herramientas muy duras a menudo se templan a bajas temperaturas, mientras que los resortes se templan a temperaturas mucho más altas. Para aumentar la dureza del vidrio, el templado se realiza calentando y luego enfriando rápidamente la superficie del vidrio.

  1. Light, its interaction with art and antiquities By Thomas B. Brill - Plenum Publishing 1980 Page 55
  2. Andrews, Jack (1994). New Edge of the Anvil: a resource book for the blacksmith. pp. 98–99

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